sábado, 1 de enero de 2011

Lamentarse para encontrar la fe.

No recuerdo, de un año para otro, si suelo hacer balance de estos. El caso es que en ocasiones reflexionar sobre lo sucedido deberia despejar ciertas dudas para el año siguiente...

Ciertamente es asi, pero ello no soluciona los problemas de uno, no todos. Algunos problemas, una vez tienes unos añitos a la espalda, son ciertamente complicados de solucionar. Algunos incluso no parecen tener solucion, y te pesan como una losa, golpeandote de tanto en tanto, para recordarte que siguen ahi.

Otros tienen solucion. No por ello es una solucion facil. En ocasiones depende mas de disponer de aptitudes necesarias para ello, y no todos estamos preparados para cualquier cosa.

En medio de todo esto a veces se crean huecos emocionales y casi existenciales que suman al problema algo que ni siquiera existia.

A algunos realmente nos gustaria volver a ser niños.

Pero los niños no son tan cobardes.

Los niños se arriesgan. Se caen. Lloran. Se levantan. Aprenden.

Una vez crece, el ser humano empieza a no arriesgar tanto, posiblemente engañado por pensar que tiene un rumbo definido. No nos damos cuenta de la condena que implica crecer.

Curtirse en conocimiento para cubrirse de mierda.

O quizas la Sabiduria, que siempre dicta a su favor, nos puede ayudar en todo esto?

Es como la hermana amable de la derrota. Dame pan duro y yo te dare un plato de migas... asi es muy sencillo vivir.

Pero los problemas de cada uno son estigmas que aparecen cuando uno menos lo espera. Y te dejan desnudo ante los demas para que ellos juzguen por ti: Desde ser un salvador a una victima o sencillamente un pobre loco que no se da cuenta de nada.

Reaccionar y accionar el sistema que nos hace felices no depende solo de un simple clic, los problemas no desaparecen por el echo de hacerse budista y vivir en el Tibet, solo y en paz. Eso solo lo hacen los Adultos, siempre en busca de la filosofia que les devuelva la felicidad a cambio de nada.

Quisieramos, en ocasiones, volver a tener la oportunidad de...

Pero la vida pasa y el niño no vuelve.

Quizas esté por ahi dentro, esperando salir, para poder echarnos una mano en el momento mas propicio. Quizas este año sea el año en que volvamos a sonreir como chiquillos, una vez mas, y recordemos que la vida tiene tantos momentos de felicidad como seamos capaces de ver.

Quizas este sea el año.

Feliz 2011