Llueve a cantaros.
Hoy no es dia de salir, asi ke me toca reflexionar andares, a falta de goteras aparentes para pasar el rato.
Cosas de la edad.
Y admiro el resultado de la Humeda, que de ciento y mil gotas colma mis momentillos de meditacion junto a la ventana.
Un cuadro de optimismo, en una habitacion de olvidados sin remite.
Y cuando un manojo de nubes me lo permite, abro el paso, con mono de renovar mis pulmones de viento fresco.
Sonrio y respiro;
respiro...
Y los peluches aplauden.
lunes, 15 de septiembre de 2008
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