Es curioso como en ocasiones, gente agnostica como yo se entrega a la fe. No hablo de religiones ni nada parecido, si no de esas consecuencias del ir y venir de la vida, que a veces te dan la respuesta adecuada sin tu buscarla.
Y la certeza de entender esa respuesta, como una sugerencia del destino que te anima a continuar, revelandote que no estabas tan equivocado.
Pero no se trata de ganar, y es que, cuando menos ahora, esta justificado creer en el equilibrio de las cosas.
domingo, 12 de julio de 2009
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